Ayer, realizamos una práctica en clase de Análisis del color, la luz y la forma para seguir experimentando con las imágenes. La práctica consistía en redactar un texto que describiera de la forma más precisa una imagen. A continuación nos intercambiamos los textos entre todos los compañeros y tuvimos que dibujar siguiendo las instrucciones del texto. Aunque muchos salieron bastante similares, siempre había detalles que faltaban, diferencias en las posiciones, las expresiones de los personajes y el estilo propio del dibujante.
Aquí adjunto mi texto, la imagen que realizó Samuel Ramiro (a lápiz) y la imagen original:
Aquí adjunto el texto de Samuel Ramiro y la imagen que realicé siguiendo su descripción:
Tras la parte práctica, formamos grupos y tratamos de responder a cuatro preguntas que formuló la profesora para que reflexionáramos sobre el ejercicio. Tras unos minutos de consenso llegamos a las siguientes conclusiones:
En mi opinión, este ejercicio ha sido de gran utilidad para nosotros, pues a través de él hemos podido conocer mejor el mundo de las imágenes y nuestro papel dentro de este. Así, hemos aprendido que por muy precisas que sean unas instrucciones, y aunque las sigamos muy rigurosamente, siempre hay algo de nosotros que dejamos caer en el dibujo, ya sea nuestro trazo, la subjetividad a la hora de interpretar el color o las emociones de los personajes que representamos. Este ejercicio nos ayuda a comprender mejor la relación entre texto e imagen y el proceso en el que se pasa de uno a otro. También nos hace reflexionar sobre la intención de la imagen y nos sirve como práctica para poder expresar lo que realmente nos pide la otra persona o nosotros mismos a la hora de dibujar.
El libro recomendado en esta clase fue El misterio de la creación artística de Stefan Zweig
Hasta la próxima,
Juan
(Fotografías por Juan Bruno)
Aquí adjunto mi texto, la imagen que realizó Samuel Ramiro (a lápiz) y la imagen original:
(Imagen sacada de Google) |
En mi opinión, este ejercicio ha sido de gran utilidad para nosotros, pues a través de él hemos podido conocer mejor el mundo de las imágenes y nuestro papel dentro de este. Así, hemos aprendido que por muy precisas que sean unas instrucciones, y aunque las sigamos muy rigurosamente, siempre hay algo de nosotros que dejamos caer en el dibujo, ya sea nuestro trazo, la subjetividad a la hora de interpretar el color o las emociones de los personajes que representamos. Este ejercicio nos ayuda a comprender mejor la relación entre texto e imagen y el proceso en el que se pasa de uno a otro. También nos hace reflexionar sobre la intención de la imagen y nos sirve como práctica para poder expresar lo que realmente nos pide la otra persona o nosotros mismos a la hora de dibujar.
El libro recomendado en esta clase fue El misterio de la creación artística de Stefan Zweig
Hasta la próxima,
Juan
(Fotografías por Juan Bruno)
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